Descubriendo Sri Lanka

Este es el viaje menos planificado de mi vida, con deciros que iba decidiendo la ruta en el avión, y mi compañero de asiento, un sirlankano, me iba ayudando a definir el recorrido y me apuntaba algunos lugares más que también valían la pena incluir en la ruta. Como llegaba pronto al aeropuerto y tenía mono de viajar en tren, ya que no pude hacerlo en Java, me decidí a coger el tren de Colombo a Anuradhapura. Iba a empezar viendo las antiguas ciudades imperiales, luego iría hacia las tierras altas y luego bajando al sur hasta la costa.

Desde el aeropuerto un shuttle nos llevaba a la estación de buses de Negombo y desde allí un mini bus viejito pero con ari-con nos llevaba a Colombo. El hombre que cobraba los billetes en el bus (porque aquí al igual que en el sudeste en el bus está el conductor y siempre un chico que es el que cobra, intenta captar nuevos viajeros y avisa a la gente de las paredas) me dijo 100 rupias y luego un señor al que pregunté 80, así que pagué 80. Siempre hay que contrastar, siempre!!

Al llegar a la estación de trenes había mucho ambiente. La estación y los trenes superviejos pero me doy cuenta de que Sri Lanka está limpia, la gente es limpia, en las calles no hay papeles papeles, ni plásticos. Llama bastante la atención esto porque en otros países no tienen muy resuelto el tema de la limpieza y recogida de basuras urbanas.

Aquí la mayoría son indios, la verdad es que los veo muy negros, hace tiempo que estuve en India y no los recordaba tan oscuros. Pero tanto ellos como ellas son muy guapos, no todos pero la mayoría son muy atractivos tienen unos ojazos increíbles.

De entrada la gente parece más dura que en Indonesia. Unos me miran otros no me miran, y de primeras no saludan, los que me miran y yo les clavo la mirada y sonrío enseguida me la devuelven. Luego cuando sonríen son generosos y esa dentadura blanca contrasta impresionantemente con su negra tez. Pero estoy en la capital, siempre en las ciudades grandes la gente es más distante, ya lo sabemos.

Cojo el tren, 3º clase of course!. En la taquilla intentan convencerme para que vaya en 2ª pero según tengo claro que esto no va a ser como aquel tren en India. Me da que va a ser tipo el tren de Myanmar. Y no me equivoco. Tengo mi asiento, cerca de la ventana con un aire fresco estupendo. El tren se llena, pero entre los oxidados ventiladores del techo y las ventanas abiertas no se pasa calor. Luego además se vacía bastante el tren con lo cual tengo ventana y un asiento para mi sola. Todos me miran y al final hacemos amigos. Al cabo de las 5 horas tengo a los dos revisores del tren en mi asiento preguntando y curioseando, son muy majos. Aquí los tenéis en la foto.

Y los paisajes también los tenéis, seguimos con los tonos verdes, hay menos campos de arroz pero abundan más que nunca las palmeras. Impresionantes “coconut trees” como les llaman aquí. Porque estas palmeras están cargadas de cocos, que creo es la fruta más abundante. Sigo ya en Anuradhapura viajer@s...